Quedarse sin trabajo es el gran miedo de muchas personas, sobretodo cuando hay facturas que pagar y estas no dan espera hasta que se consiga un nuevo empleo. Para muchos conservar un trabajo y estar por años en una empresa es sinónimo de seguridad y la proyección laboral se orienta hacia la búsqueda de una estabilidad. Pero la realidad es que en esta vida nada es seguro y el trabajo que hoy piensas que ha resuelto el resto de tu vida puede que mañana haya desaparecido.
Tras haber perdido un empleo, uno tiene que enfrentarse a sus emociones. La incertidumbre frente al futuro laboral y/o profesional, la búsqueda de nuevas opciones que en ocasiones puede ser larga, la presión de la familia en algunos casos y las obligaciones económicas pueden llevarnos a estados de ansiedad y desesperación. El desempleo se vive como una crisis, pero también es cierto que estas crisis vistas como oportunidades pueden representar el cambio que quizás necesitábamos en la vida.
Y es que la vida a veces pierde sus matices cuando pasamos horas y horas, días, meses y años entregando todo nuestro ser a un trabajo. Nos aferramos a la seguridad del no cambio. Pero esa seguridad (aparente) algunas veces termina por obstaculizar nuestro crecimiento. Siempre digo que cada día tenemos la oportunidad de reinventarnos y quizás la culminación de un trabajo signifique el comienzo de nuevos caminos por recorrer.
En la vida he aprendido que las cosas hay que verlas desde su lado amable, porque estancarnos en lo negativo y quedarnos atrapados en lamentaciones no conduce a ningún lugar, o por lo menos a ninguno que resulte agradable. Estuve cesante en varias ocasiones (afortunadamente en su mayoría por elección propia) y ante la espera para encontrar un nuevo empleo tuve la posibilidad de redescubrir la vida que transcurre fuera de las cuatro paredes de una oficina, tuve la opción de elegir entre quedar atrapada en el negativismo o ponerme unas lentes distintas para mirar el mundo de posibilidades que hay por explorar. No voy a mentir. He pasado por el negativismo absoluto y absurdo que me llevó a cuestionarme profesionalmente, pero como soy consciente de que esa forma de enfrentar la vida es sólo una opción que decido escoger, también me dí la oportunidad de elegir la posibilidad de verle el lado positivo a las cosas y es ahí donde más aprendizajes obtuve.
Estar desempleado no siempre tiene que significar algo malo, de hecho puede ser algo muy bueno y lo he entendido como un tiempo de oportunidades. Si estás leyendo este post quizás te estés preguntando ¿qué de bueno puede tener estar desempleado cuando todo lo que necesitas es trabajar para pagar tus gastos/deudas? Pues aquí voy a mencionarte algunas de las posibilidades que se despliegan de esta temida situación:
1. Estar desempleado puede ser la oportunidad para mejorar tu perfil profesional.
Quizás puedas iniciar ese curso de idiomas que tanto has postergado y que de seguro te servirá para mejorar tu perfil profesional. O puedes empezar algún curso o formación en tu área que te ayudará a desarrollar tus competencias profesionales y así proyectarte a crecer en tu campo laboral. ¿No tienes dinero para pensar en iniciar un curso y menos ahora que estás desempleado? Existen muchas opciones en la web para mejorar tus competencias profesionales de manera gratuita. Hoy en día con el acelerado desarrollo tecnológico las instituciones educativas están desarrollando programas virtuales de manera gratuita o a un precio más cómodo que si se realizara de manera presencial. Existen plataformas como Coursera o EDX donde se imparten cursos virtuales en asociación con las mejores universidades en distintas áreas profesionales. Los cursos se pueden tomar de manera gratuita y si bien es cierto que para obtener el certificado debes pagar, el costo de estos certificados es muy bajo y además lo puedes pagar en cualquier momento.
2. Quizás sea la oportunidad para darle el giro que esperabas a tu carrera profesional.
Si desde hace un tiempo estás pensando que el área en la que trabajas no es precisamente lo tuyo (tal vez trabajes en el área financiera y quieres trabajar en el área de marketing), esta puede ser la oportunidad para abrirte nuevos caminos profesionales. Tómate un tiempo para re-escribir o re-diseñar tu curriculum y enfócate hacia área a la cual quieres aplicar. Recuerda que para tener éxito en la búsqueda de empleo debes contar con una hoja de vida bien elaborada y con un perfil profesional definido. Si no tienes experiencia en el área donde quieres desempeñarte puedes resaltar las habilidades y conocimientos que puedes aportar a dicha área.
3. Puede ser el momento para emprender.
Yo sé que para algunos su visión está enfocada en crecer dentro de una organización, tener un trabajo estable en el tiempo y proyectarse hacia un ascenso laboral y es una postura totalmente válida. Pero también sé que para otros esa no es su visión ni misión en la vida y quizás al estar bajo esa sensación de seguridad que genera tener un empleo hayan estado postergando ese emprendimiento con el que alguna vez soñaron. Pues bien, si es así y te has quedado sin trabajo, quizás este sea el momento para poner en marcha ese emprendimiento que desde hace tiempo te viene dando vueltas en la cabeza.
4. Es una oportunidad para practicar un hobbie o desarrollar algún talento.
Con todo el tiempo que se tiene cuando se está desempleado se pueden hacer muchas cosas como retomar alguna actividad placentera, un hobbie que estaba en el olvido. Esto puede ayudarte con el manejo del estrés generado por la situación del desempleo y además es la posibilidad de desarrollar algún talento. En vez de pasar las horas lamentándote o viendo televisión, evalúa cómo puedes aprovechar el tiempo. Quizás sea el momento para retomar esas clases de pintura que alguna vez iniciaste y a falta de tiempo dejaste de lado.
5. Aprovecha el tiempo para trazarte o replantear metas.
Puede ser que hayas pasado mucho tiempo navegando a la deriva, sin proyectos ni metas definidas. Pues bien, ahora es el momento de preguntarte ¿hacia dónde vas? ¿qué es lo que quieres lograr? Cuáles son tus proyectos y metas no sólo en el ámbito laboral y profesional sino en los demás escenarios de tu vida. Diseña tu plan de vida ahora que tienes tiempo para reflexionar y para responder estas preguntas. Es el momento de aclarar esta cuestiones para las decisiones que vayas a tomar en adelante.
Bueno, hasta aquí mi post de hoy. Si te gustó me encantaría que me lo dejaras saber con un comentario. Cuéntame si has pasado por esta situación de desempleo y qué aprendizajes has podido sacar de dicha situación. ¡Nos leemos hasta el próximo post!
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